martes, 1 de julio de 2008

El graznido de los patos no produce eco

Para entender este fenómeno, primero hay que tener en cuenta dos aspectos: por un lado, que el eco nos permite escuchar un sonido que acabamos de producir debido a que rebota contra un obstáculo que debe estar, como mínimo, a diecisiete metros del emisor; por otro, que las ondas sonoras se desplazan por diferentes medios como el aire y que ahí nuestro oído es capaz de apreciar longitudes de onda que están entre los dieciséis y los veinte mil ciclos. Los sonidos que están por encima de esta cota sólo son audibles para ciertos animales como los delfines y los murciélagos. En este contexto, la teoría más probable es que los patos emiten su reclamo en una frecuencia específica audible para el hombre pero cuyo espectro sufre una debilitación sustancial al rebotar en un sólido siendo desplazado a una cota diferente inaudible para el ser humano. (Es decir, más que no haya eco, es que nosotros no lo escuchamos.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.guardian.co.uk/science/2003/sep/08/sciencenews.theguardianlifesupplement

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